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2.1.11

LO QUE NO PUEDE CAMBIARSE EN LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

Vamos en este artículo a recordar, ahora que comenzamos un nuevo año, algunas normas que la Instrucción “Redemtionis Sacramentum “ nos refiere, sobre cosas que se deben observar o evitar sobre la celebración eucarística.
Comenzamos con la Plegaria Eucarística diciendo que sólo se pueden utilizar las Plegarias Eucarísticas del Misal Romano o las aprobadas por la Sede Apostólica. Los sacerdotes no tienen el derecho de componer plegarias eucarísticas, cambiar el texto aprobado por la Iglesia, ni utilizar otros, compuestos por personas privadas.
Es un abuso hacer que algunas partes de la Plegaria Eucarística sean pronunciadas por el diácono, por un ministro laico, o bien por uno solo o por todos los fieles juntos. La Plegaria Eucarística debe ser pronunciada en su totalidad, y solamente, por el sacerdote y/o los concelebrantes, si los hay, en las partes que les corresponden.
El sacerdote no puede partir la hostia en el momento de la consagración.
En la Plegaria Eucarística no se puede omitir la mención del Sumo Pontífice y del Obispo diocesano.
En las otras partes de la misa recuerda que “los fieles tienen el derecho de tener una música sacra adecuada e idónea y que el altar, los paramentos y los paños sagrados, según las normas, resplandezcan por su dignidad, nobleza y limpieza”.
No se pueden cambiar los textos de la sagrada Liturgia. Así, no se pueden separar la liturgia de la palabra y la liturgia eucarística, ni celebrarlas en lugares y tiempos diversos. De igual manera las lecturas bíblicas debe seguir las normas litúrgicas. No está permitido omitir o sustituir, arbitrariamente, las lecturas bíblicas prescritas ni cambiar las lecturas y el salmo responsorial con otros textos no bíblicos, aunque sean de Padres de la Iglesia o teólogos muy reconocidos. En este aspecto, el abuso más frecuente se da en el salmo, a veces sustituido por otros versos.
La lectura evangélica se reserva al ministro ordenado. Un laico, aunque sea religioso, no debe proclamar la lectura evangélica en la celebración de la Misa.
La homilía nunca la hará un laico. Tampoco los seminaristas, estudiantes de teología, asistentes pastorales ni cualquier miembro de alguna asociación de laicos. La homilía debe iluminar desde Cristo los acontecimientos de la vida, sin vaciar el sentido auténtico y genuino de la Palabra de Dios, por ejemplo, tratando sólo de política o de temas profanos, o tomando como fuente ideas que provienen de movimientos pseudo-religiosos. La homilía no puede convertirse es un mitin ni en un momento para que el sacerdote emita sus puntos de vista sobre diversos temas: hay otros momentos y lugares para hacerlo, fuera de la misa.
No se puede admitir un “Credo” o Profesión de fe que no se encuentre en los libros litúrgicos debidamente aprobados.
Las ofrendas, además del pan y el vino, sí pueden comprender otros dones. Estos últimos se pondrán en un lugar oportuno, siempre fuera de la mesa eucarística.
La paz se debe dar antes de distribuir la sagrada comunión, y se recuerda que esta práctica no tiene un sentido de reconciliación ni de perdón de los pecados.
El gesto de la paz debe ser sobrio y se dé solo a los más cercanos. El sacerdote puede dar la paz a los ministros, permaneciendo en el presbiterio, para no alterar la celebración y, del mismo modo, si por una causa razonable desea dar la paz a algunos fieles. El gesto de paz lo establece la Conferencia de Obispos, con el reconocimiento de la Sede Apostólica, “según la idiosincrasia y las costumbres de los pueblos”.
La fracción del pan eucarístico la realiza solamente el sacerdote celebrante, ayudado, si es el caso, por el diácono o por un concelebrante, pero no por un laico. Ésta comienza después de dar la paz, mientras se dice el “Cordero de Dios”.
Es preferible que las instrucciones o testimonios expuestos por un laico se hagan fuera de la celebración de la Misa. Su sentido no debe confundirse con la homilía, ni suprimirla.

8 comentarios:

Javier dijo...

Estimado Jesús Luengo, le escribí a su correo pero no reconoce su correo, por lo que le escribo este comentario:

he dado con su blog "http://la-liturgia.blogspot.com/" buscando por la red y
tenía una duda que espero me pueda solucionar. Este año tengo que encargar
la misa por el fallecimiento de mi madre y me encontraba confuso entre unas
y otras. Dado que mi voluntad es simplemente que se la nombre en la
eucaristía, creo que debo pedir una intención en la misa del día
correspondiente, pero no se si lo estoy confundiendo con unas exequias o una
misa de difuntos


Le agradecería si me pudiera solucionar esta duda

Un cordial saludo

Javier

Jesús Luengo Mena dijo...

Una cosa es una misa exequial, otra es una misa de difuntos (que tiene lecturas y oraciones propias así como vestiduras moradas) y otra cosa es la dedicación o intención de una misa en sufragio de un difunto. Si su madre lleva tiempo fallecida lo que procede es una misa ordinaria, en la que se la nombre en la Plegaria eucarística en el momento del recuerdo a los difuntos. Si no es así, en cualquier caso, el sacerdote, que es a quien corresponde, sabrá aclarárselo dependiendo de las circunstancias que se den y de su intención.

David dijo...

Buenas tardes.

Sobre la lectura del Evangelio, en vez de leida, ¿se podría hacer un teatro escenificándolo?

En Cristo y María.

Jesús Luengo Mena dijo...

Durante la misa, en ningún caso. El Evangelio será proclanmado por el diácono (si lo hay), por un concelebrante o por el ministro principal, si no hay ministros ordenados. Puede leerse o cantarse, pero nunca interpretarse como teatro. Otra cuestión es que, en catequesis y por motivos pastorales pero fuera de la misa, se haga alguna dramatización, con fin didáctico y catequético

David dijo...

Muchas gracias por contestar.

Fue durante la Misa. Lo diré en la parroquia para la próxima vez.

En Cristo y María.

Anónimo dijo...

Hola Jesùs, una pregunta, cuando se a elegido a un nuevo obispo para la diócesis, y el anterior es administrador a quien hay que mencionar en las intercesiones de la plegaria (y por nuestro obispo,,,), Hay algún texto o cañon, norma liturgica que diga eso, donde lo encuentro. úrgeme.
gracias

Cynabrium dijo...

Estimado Jesús
En mi parroquia acostumbrar "cantar" el "Gloria" bastante diferente al que aparece en el Misal, ¿se puede esto hacer?, de manera similar, en el prefacio, el "Sanctus" en ocasiones no se ciñe a la letra exatamente del Misal, especialmente cuando es cantado, ¿es esto correcto?, para finalizar, no pocas veces se usan canciones de otras confesiones cristianas en la comunión ¿son? admisible estas canciones, y sin contar con las músicas traídas del pop-rock como es "Dust in the wind" usada como canto de ofertorio. Unabarzo en Cristo Jesús.

DANIEL dijo...

HERMANOS!!QUISIERA SABER SI SE PUEDE OMITIR EL CREDO, ESTO ES EN MISA DOMINICAL,MI SACERDOTE LO OMITE...COMO PUEDO CEDIRLE QUE HACE MAL?PUES YO CREO QUE ESTA HACIENDO SIN CONCIENCIA.GACIAS