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25.3.13

SOBRE LA INDUMENTARIA DE LOS CLÉRIGOS.




En este artículo vamos a exponer la vestidura habitual o de calle que los ministros ordenados deben llevar, completando el que ya hemos dedicado a la vestimenta de los obispos, basándonos en el Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros, en su número 66, aprobado por Juan Pablo II el 31 de enero de 1994 y en el Apéndice I del Ceremonial de los obispos.
Este Directorio dice que, en una sociedad secularizada y tendencialmente materialista, donde tienden a desaparecer incluso los signos externos de las realidades sagradas y sobrenaturales, se siente particularmente la necesidad de que el presbítero — hombre de Dios, dispensador de sus misterios — sea reconocible a los ojos de la comunidad, también por el vestido que lleva, como signo inequívoco de su dedicación y de la identidad del que desempeña un ministerio público. El presbítero debe ser reconocible sobre todo, por su comportamiento, pero también por un modo de vestir, que ponga de manifiesto de modo inmediatamente perceptible por todo fiel—más aún, por todo hombre— su identidad y su pertenencia a Dios y a la Iglesia.
Por esta razón, el clérigo debe llevar un traje eclesiástico decoroso, según las normas establecidas por la Conferencia Episcopal y según las legítimas costumbres locales.  El traje, cuando es distinto del talar, debe ser diverso de la manera de vestir de los laicos y conforme a la dignidad y sacralidad de su ministerio. La forma y el color deben ser establecidos por la Conferencia Episcopal, siempre en armonía con las disposiciones de derecho universal.
La vestidura básica de los clérigos, en su ropaje ordinario, debe ser, bien la sotana, bien el clerigman con alzacuellos. La sotana o hábito talar –así llamada por llegar hasta los talones– siempre será negra, salvo la del Papa, que la usa blanca. También se llama a la sotana traje o hábito piano en recuerdo del papa Pío IX que fue quien estableció su uso. La sotana de los sacerdotes lleva los botones negros, la de los obispos está ribeteada en morado, con  botones del mismo color y la de los cardenales tiene ribetes y botones en rojo. Los fajines son negros, morados o rojos para los sacerdotes, obispos o cardenales, respectivamente. También pueden llevar fajín morado los protonotarios apostólicos, los prelados de honor y otras dignidades. A veces, los seminaristas lo llevan azul.
Después del Vaticano II  la sotana acabó, en la mayoría de los casos, en el armario, por lo que el sacerdote se distingue cada vez menos. También es cierto que, desde hace algunos años, sobre todo entre los sacerdotes jóvenes, se registra una corriente a favor de recuperar su uso.
El clerigman es un traje, gris o negro, con alzacuellos blanco. Al comienzo de su uso hubo ciertas reticencias debido a que es una vestimenta que introdujeron los pastores protestantes. Si la vestidura clerical es obligatoria para todos, los clérigos que prestan servicio en la Curia, diocesana o romana están especialmente obligados a usarla.
El cardenal Tarcisio Bertone, actual Secretario de Estado Vaticano ya que ha sido ratificado por el papa Francisco, remitió una carta circular el 15 de octubre de 2012 a todos los responsable de los dicasterios, oficinas y tribunales de la Santa Sede, donde indicaba que  los cardenales, obispos y sacerdotes que prestan servicio en la Curia Romana deben acudir al trabajo con la vestimenta  adecuada, sotana o traje negro o gris con alzacuellos blanco (clergyman), y, cuando se presenten ante el Papa, todos han de llevar la sotana correspondiente al cargo. El cardenal resalta la importancia que tiene que el personal que presta servicio en el Vaticano vista adecuadamente. Literalmente dice que "en una época (la actual) en la que cada uno está llamado a renovar la conciencia y la coherencia de su propia identidad todo eclesiástico y religioso que trabaja en la Curia Romana debe vestir regularmente y con dignidad el hábito que le corresponde". Bertone agrega que han de ir con sotana o con clergyman  en cualquier época del año y que,  al igual que el personal que presta servicio en la Curia, también es conveniente  que los miembros de los episcopados de todo el mundo y otros religiosos que visiten la Curia Romana y la Ciudad del Vaticano vistan de esa manera.
Asimismo recordó, para evitar equivocaciones, que el uso de la sotana es obligatorio para asistir a cualquier acto que presida el Papa, como para acudir a las asambleas plenarias de los dicasterios vaticanos y a las visitas "ad limina apostolorum", la que están obligados a realizar al Papa todos los obispos del mundo cada cinco años.
Terminamos con la afirmación del Directorio citado, cuando dice que por su incoherencia con el espíritu de tal disciplina, las praxis contrarias no se pueden considerar legitimas costumbres y deben ser removidas por la autoridad competente,  y añade que, exceptuando las situaciones del todo excepcionales, el no usar el traje eclesiástico por parte del clérigo puede manifestar un escaso sentido de la propia identidad de pastor, enteramente dedicado al servicio de la Iglesia.
Solo añadir que la sotana también es prenda de vestir por los clérigos de la Iglesia ortodoxa, los anglicanos y otros credos cristianos y que, en siglos pasados, no era prenda exclusivamente clerical, ya que la usaban también los doctores, gentes de letras, profesores de universidades y similares.




21.3.13

BUSCADOR EN EL BLOG

A SUGERENCIA DE UN LECTOR Y GRACIAS A SUS ÚTILES INSTRUCCIONES HE AÑADIDO UN BUSCADOR EN LA CABECERA DEL BLOG. ASÍ, SERÁ MÁS FÁCIL ENCONTRAR CUALQUIER ARTÍCULO.
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14.3.13

EL MINISTERIO DE LECTOR: CONSEJOS ÚTILES



El ministerio de lector es uno de los dos ministerios instituidos propios de los laicos que la Carta Apostólica, en forma de Motu Proprio, MINISTERIA QUAEDA de Pablo VI estableció –el otro ministerio es el acolitado–. Pero, no cabe duda, de que el ministerio de lector se presta más a que lo ejerzan, si no de derecho, sí de hecho, muchos fieles laicos, hombres o mujeres, que colaboran en la Liturgia proclamando la Palabra de Dios. 
Teniendo en cuenta la cantidad de fieles que ejercen ese ministerio, que no siempre se hace bien y para el que no basta la buena voluntad o el ofrecimiento, la Delegación Diocesana de Liturgia del Arzobispado de Sevilla ha redactado un documento,    dirigido a quienes lo ejercen y válido para otras diócesis, recordando algunas pautas que se deben tener en cuenta.
El documento –letra en cursiva–  dice literalmente así:
- Recuerda que eres el altavoz de Dios en la asamblea, porque cuando se leen en la Iglesia las Sagradas Escrituras, Dios mismo habla a su pueblo.
- Utiliza siempre los Leccionarios. En ellos encontrarás siempre la seguridad de que la traducción de la Biblia cuenta con el apoyo de los Obispos que son garantes de la fe de la Iglesia. No cualquier traducción es apta para ser leída en la liturgia.
- Cuida bien los Leccionarios. Procura que se guarden en lugares dignos cuando no se utilizan. En la Liturgia  todo entra por los sentidos. Unos libros sucios y desencuadernados poco dicen de la dignidad e importancia de la Palabra de Dios.
- Prepara antes de la celebración la lectura de los textos, incluso leyéndolos en voz alta. Ello te dará luego seguridad y entonación adecuada a la naturaleza propia de lo que vas a proclamar.
- Si has de leer en una iglesia distinta de la que te es habitual, comprueba la situación acústica y la megafonía. No todas las instalaciones son iguales, no todos los micrófonos recogen igual la voz.
- No empieces a correr hacia el ambón cuando todavía el sacerdote está terminando de pronunciar la oración colecta. Espera a que termine y se siente en la sede. Empieza entonces a acercarte al ambón, despacio.
- Si para acercarte al ambón tienes que cruzar por delante del altar, haz una reverencia. Y si está el Santísimo en el sagrario,  haz una genuflexión.
- Algunos lectores parecen conductores novatos agarrados nerviosamente al volante por el modo en que se aferran al ambón. Las manos puedes colocarlas suavemente a los lados del libro. Nunca atrás ni en los bolsillos, que no son maneras dignas para la alta tarea que estás realizando.
- Antes de comenzar a leer, espera a que todo el mundo esté sentado y perfectamente acomodado. Aun así, espera un instante manteniendo la mirada hacia la asamblea. Ello  crea la expectación necesaria.
- Lo que en el leccionario aparece escrito en letras rojas está prohibido leerlo. ¡Acuérdate de los semáforos en luz roja! Por eso no digas: primera lectura, etc.
- No empieces a leer directamente el texto. La asamblea tiene derecho a saber de qué libro de la Biblia se va a hacer la proclamación. Por ello comienza, según te indique el Leccionario: Lectura de la carta, etc.
- Al final de la lectura no digas «Es» palabra de Dios. Sólo di: Palabra de Dios.
- Al leer, no olvides que te estás dirigiendo a una asamblea. Tienes que mirar de vez en cuando a los que te escuchan. Es  una forma elemental de mantener la calidad de la comunicación. Aprende de los buenos locutores de televisión que siempre miran a las cámaras. ¿Comprendes por qué hay que preparar la lectura con antelación?
- No lee mejor quien más corre leyendo, sino quien mejor vocaliza y mantiene el ritmo de la lectura, con sus correspondientes pausas.
- Y, sobre todo, asimila mediante la oración lo que vas a leer y sé el primero que testimonies con tu vida la verdad de lo que proclamas.
 A estos consejos, podemos añadir que la costumbre de leer de un papel o folio no es litúrgica y, al menos en apariencia, minusvalora la Palabra y le quita significación. También, señalar que hay textos de especial dificultad, con nombres bíblicos de difícil pronunciación y que no es lo mismo una lectura narrativa, histórica, que una con diálogos o poética, por lo que la costumbre de repasar antes la lectura antes es muy recomendable. No obstante, es frecuente “repartir” las lecturas en el momento mismo de comenzar la Eucaristía.
Tampoco está de más comprobar que el Leccionario esté abierto por la lectura del día que corresponde. Más de una vez hay despistes y situaciones incómodas por no cerciorarse antes. Para ello, es bueno tener a mano el Calendario Litúrgico-Pastoral del año en curso. 
Y, para finalizar, yo entiendo que, aunque no esté expresamente dispuesto, cuando deban subir dos lectores al ambón desde la nave, que lo hagan al mismo tiempo y se retiren de igual manera.

5.3.13

En breve, mi nuevo libro sobre "Liturgia, culto y cofradías".
Está prevista su presentación el día 14 de marzo.

http://abeceditores.blogspot.com.es/2013/02/liturgia-cultos-y-cofradias-manual-de.html



PECULIARIDADES LITÚRGICAS DURANTE LA SEDE VACANTE.


De todos es conocido que, hasta la elección de un nuevo Papa, estamos en un periodo denominado Sede Vacante. La normativa para la elección del nuevo Papa se rige, salvo algunas pequeñas modificaciones posteriores hechas por Benedicto XVI, por la Constitución Apostólica UNIVERSI DOMINICI GREGIS de Juan Pablo II, publicada el 22 de febrero de 1996.
Esta Constitución establece, como única forma de elección del Romano Pontífice, la denominada  per scrutinium, o sea, por votación, aboliendo los otros modos existentes, que eran de per acclamationem y per compromissum.
No pueden ser electores, o sea, votar, los cardenales que antes del día de la muerte del Sumo Pontífice o del día en el cual la Sede Apostólica quede vacante, hayan cumplido 80 años de edad. El número máximo de cardenales electores no debe superar los ciento veinte.
Tras la modificaciones hechas por Benedicto XVI en su CARTA APOSTÓLICA Motu Proprio sobre  Algunos cambios en la norma para la elección del Romano pontífice siempre se exigirá los dos tercios de los votos para que el votado sea elegido Papa, aunque si las votaciones se prolongan demasiado se deberá votar solo a los dos nombres que hayan obtenido más apoyos en la última votación efectuada.
Actualmente, el gobierno de la Iglesia descansa en el Colegio de Cardenales, que mientras está vacante la Sede Apostólica, solamente pueden disponer el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables y para la preparación de todo lo necesario para la elección del nuevo Pontífice.
Mientras se elige un nuevo Papa, en todas las diócesis se están dando instrucciones sobre la repercusión que, en la Liturgia, tiene el periodo de Sede Vacante. 
Nos hacemos eco en este blog de las que el Vicario General de la Archidiócesis de Sevilla ha hecho públicas, en una Carta, con fecha de 1 de marzo de 2013, en la cual indica una serie de cuestiones, algunas de las cuales tienen relevancia litúrgica, indicaciones que son similares y trasladables a otras diócesis.
Así, en primer lugar, se exhorta a todos los fieles de nuestra Archidiócesis a permanecer en oración personal y comunitaria durante el período de “Sede Vacante”, hasta la elección del nuevo Sucesor de Pedro.
Además, dispone que:
>No se nombrará a Benedicto XVI en la liturgia –Plegaria Eucarística de la Misa, Liturgia de las Horas– ni en las demás oraciones.
>Tanto en las Misas, como en la Liturgia de las Horas y otras oraciones cristianas –santo Rosario, adoración Eucarística, etc.– se pedirá por el Colegio de los Cardenales que elegirá al nuevo Papa, así como por el que será elegido en su momento, para que el Espíritu Santo les ilumine en la búsqueda creyente del querer de Dios.
>Exceptuados los domingos y solemnidades, se dirá la Misa del día, con la oración colecta de la Misa para elegir un Papa o un Obispo (Misal Romano, Misas y oraciones por diversas necesidades. I Misas por la Santa Iglesia, 4, pág 910).
​>Durante la celebración del Cónclave, fuera de los domingos y solemnidades, se celebrará la Misa del día con las tres oraciones que contiene el Misal Romano y, en el día en que comience dicho acontecimiento, si no es domingo o solemnidad, se dirá la misa completa para la elección de un Papa, con lecturas tomadas del Común de Pastores (Leccionario V).
​>Al tener noticia de la elección del nuevo Sumo Pontífice, se harán sonar todas las campanas de la Archidiócesis como gesto de acogida y adhesión filial del nuevo Papa, uniéndonos a la alegría y oración de toda la Iglesia Universal. A partir de ese momento se nombrará al nuevo Papa en la liturgia –Plegaria Eucarística de la Misa, Liturgia de las Horas– y en las demás oraciones.
Además, se pueden organizar actos especiales –santo Rosario, adoración Eucarística, etc.– y pedir la intercesión de la Santísima Virgen de los Reyes, con el fin de que Dios conceda a su Iglesia el Pastor que necesita. 

Oración colecta de la Misa para elegir un papa o un obispo
Oh Dios, Pastor eterno,
que  gobiernas a tu grey con protección constante,
te rogamos que, por tu misericordia infinita
concedas  a la Iglesia
un pastor que te agrade por su santidad
y sea útil a tu pueblo
por su vigilante dedicación pastoral.
Por nuestro Señor Jesucristo.